19 de julio de 2012

Ninguna empresa honesta crece en un momento



¿Cuál es el hecho diferencial que nos permite mantenernos y consolidarnos en un mercado atomizado que también está sufriendo esta devastadora crisis?

Son varias las respuestas que desde TANDEM os podríamos dar: el saber hacer, una dilatada experiencia, nuestra energía comercial, la ilusión en nuestro proyecto, el trabajo duro, la actitud positiva,… pero hay un concepto, una conducta, un valor que sin duda alguna da respuesta a esta cuestión: nuestra honestidad profesional y empresarial.

Benjamin Franklin dijo: “La honestidad es la mejor política”; en TANDEM decimos: “La honestidad es la mejor estrategia empresarial para consolidar un proyecto empresarial”.

Sabemos que la honestidad es una cualidad humana, el respeto a la verdad, que buscamos y, en cierta manera, exigimos a las personas con las que compartimos algún tipo de relación, una virtud que nos aporta seguridad y credibilidad a los demás, y en ocasiones hasta admiración. Nosotros, TANDEM, nos consideramos una empresa honesta porqué:

  • Nos dirigimos al mercado sin secretos, presentándonos tal y como somos sin proyectar ni representar falsas imágenes.
  • Construimos propuestas de colaboración que conllevan tener el valor de hacernos las preguntas más difíciles en cuanto a la capacidad y conocimiento necesario para poder cumplir con los objetivos del cliente, del proyecto, y contestarlas con la verdad para dejar muy claro: de qué sabemos, de qué no sabemos y quién o quiénes son los que saben.
  • Somos transparentes durante el proyecto con el cliente, capaces de cumplir nuestros compromisos con calidad, en plazo y eficiencia.
  • Actuamos siempre de forma veraz y honrada en el trato, en la relación y en la comunicación con todas las personas que intervienen en un proyecto.
  • Procedemos teniendo en cuenta siempre que los fines empresariales excluyen cualquier comportamiento que atente directamente contra el interés de nuestros clientes.
  • Trabajamos para una sola compañía de cada sector.

El retorno que obtenemos con esta conducta se ve reflejado en el fortalecimiento de la relación externa e interna, en un vínculo laboral con nuestros colaboradores, y en un vínculo comercial con nuestros clientes. Esto es lo que buscamos con este valor: que tanto nuestros colaboradores como nuestros clientes nos sean fieles y permanezcan por muchos años con nosotros; esto es lo que nos garantizará rentabilidad y creación de valor a medio y largo plazo.

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